Arenga cruel
Aun la navaja Con filo en ambos bordes Tiene la misión explicita De quien aborda su mango. Es ahora, al borde del abismo Donde la muerte acecha, la audacia se halla en duda Y la cobardía manifestada Argumenta su desdén, Y afloran los recuerdos. No sin antes darse cuenta El perro, aglomera en su hocico Las moscas de su porvenir, Y su amo cruel rinde homenaje A su fiel e intransigente Amor. Aburre a la audiencia Y sometido a la presión Deja de ser... pasa a no ser. Arenga cruel, De quien Deposita en lumbres La esperanza De su propio destino. En el frío el territorio De una sublime desgracia.