LITTERA BOHEMIA

En la lucha de los días claros, permanecemos unidos a la gracia de pertenecer al mundo… En la lucha de los días oscuros, permanecemos unidos a la desgracia de pertenecer a otro mundo… la dicha, el desamor y la tragedia nos acometen en las noches, cruel tiempo donde las pocas luces nos miran como lechuzas juzgadoras de una vida dicotómica… el destino o el azar de nuestros actos, todos dependerán de la reacción en el espejo de las mañana dispersas entre fugitivos sueños… todo será ilusión o tal vez un concierto de mentiras sobre los parabrisas mojados por una madrugada triste, llena de lagrimas divinas, de tormentos humanos de una noche anterior, de una lucha de días oscuros con ilusión de días claros… y tal vez en las penumbras asechadas por el camino de lámparas al costado del concreto, encontramos pensamientos efímeros de un encuentros casuales o invitaciones a los “cuartos azules”, donde los gatos maúllan en las azoteas y las putas gimen orgasmos falsos… después sólo quedaran las sab

Puedo perderme en ti, en las fisonomías de tu rostro, en la figura de tu ser; tu alma a regado sobre el jardín el agua de este corazón… el viaje sobre la arena de mi visión hacia tu fuente de vida me desconcierta… palpo ahora cada palabra, y tu aroma invade mis instintos, el rostro de vos me permite fantasías en valles floridos. Las cadenas del tiempo nos amarra a instantes pasajeros y mi conciencia me limita por dejarte libre… quiero llenar tu pecho, de alegrías eternas; hacer volar la cometa de tu alma, y someternos al hilo que nos une para no perdernos… quiero besar tus labios y perderme en el segundo donde tus suspiros estremezcan al mundo… quiero…

Lo único que queda sobre el mundo es la poesía de la vida, lo único que camina sobre la tierra es la muerte, muerte dichosa por nuestra absurda pasión, vivir es la miseria de la riqueza sin control… Los sueños del futuro son instantes y deseos, cada sustancia en nuestra piel tiene más vida que la propia muerte… nos hemos sometido a las imágenes de otros sin espejos, cada vez somos menos los que pensamos y más los que morimos sin haber siquiera visto la luz sin desgracias…

Camino sin detenerme, sin mirar atrás, la música del silencio me acompaña mientras la lluvia me golpea con sus gotas de metal… Mientras pasan las luces en frente El viento acaricia cada poro de la piel, Triste transita, lenta el alma, Su esencia ha volado a un lugar donde las estrellas no brillan; Camina el cuerpo cansado Apabullado, sin rencor, vacio… Todo alrededor gira sin sentido Los autos sin detener consumidos por la carretera, Y mis pies siguen sin chocar aun con los andenes… camino con nostalgia como dromedario en el desierto, sediento de felicidad, mientras los espejismos trasladan una realidad fatigada… camino viéndote a lo lejos, tan distante, tan cercana… tu sonrisa es el telón del teatro triste, y lleno de pasión corro para alcanzar tus pies… pero estas tan lejos que mi moriría llegando a la orilla del océano de tu amor… las llagas de mi nostalgia sanarían sino estuvieras pues seria un camino sin llegada, serias tu misma sin conocerte…

En la sensualidad del recuerdo Se oculta tu rostro Y me impides ver tus labios; Tus palabras sometidas al viento Tiemblan mientras avanzan, La melancolía llega entorpecida, Adentrándose en mis entrañas. La soledad alivia las heridas, y convergen hacia el corazón, sangre envenenada; entre miles de vidrios rotos mis pies consuman el camino hacia ti, sigiloso combato contra mi orgullo… Ahora paso a tu lado sin ser visto, Triste figura que no tiene reflejos sobre las gotas, Lleno de dolor pasajero, Convertido en paja que se ha de quemar En la madrugada. Y la locura invade una razón subestimada, Los ojos del gato se cegaron Con el rayo de la tormenta, Y las garras afiladas Se deslizaron en la piel Del sumiso rehén. Atrapado en el laberinto del tiempo Parto a las cuevas inundadas de una soledad tan concurrida, y mis lagrimas hacen caravanas en mis mejillas. Hoy está triste el día, Hoy caigo Sintiendo sobre mis hombros El tiempo eterno, milimétrico, exacto, mortal… La sangre en mis venas Circ

El canto en las orillas De olas salvajes, Trajeron con sus choques Tu voz a mi. Y mientras huía del recuerdo Del pasado y los tormentos Avanzaba juguetona Una sirena hacia mí. Su hermosa cabellera Tan oscura como noche, Danzaba al compás De una madrugada febril. Mientras sus manos extendidas Me invitaban a mirarla, Sedujo mi alma, Y mis ojos quedaron nublados Con su encanto núbil. Es un idilio recordar Su hipnótica mirada, Llena de pasión, y Locura por amor. Su voz en ecos profundos, Su piel suave, tersa, Sus ojos destellantes, Sus labios delicados, y Su figura sutil, Conspiraron en la gala Adornada por el frio, Luces mortecinas, Y la alegría exaltada Por los presente ahí, Conquistaron mis sentidos, Y mis instintos así. Al amanecer ya estaba Acongojado por los recuerdos, Por la esperanza de tenerla Muy cerca de mí. Ceñir mis manos sobre su rostro, Sentir su aroma femenil, Retener su mirada Atraerla a mí; Rodearla con mis brazos Para no dejarla ir, Viajar al confín del mundo Para llena

Creí verte en mi camino, Pero el horizonte te hizo confusa, Creí alcanzar tus manos Y se deslizaron como hojas al viento. El muro era alto, impenetrable, Lo hiciste inescalable, Caí sobre el lago De un corazón cerrado. No he de encontrar de nuevo, Retos imposibles, He de dejarme llevar por el viento Ligero y eterno. He de ser enorme y valiente Luchar contra el olvido, Y conquistar batallas En lejanas tierras. …y comenzar de nuevo; Sin que te des cuenta Una mirada bastará Para blandir la espada Y morir con honor.

Hay tantas cosas por decir, Tantas por hacer, Miles de deseos, Millones de ilusiones, Esperanzas por vivir y… acaso ¿Eres Tú?. No sé como llegaste, Ni como entraste, No imagine tu rostro, Ni tú figura sin igual, Eras efímeras sombras Sobre un presente turbio, Y llenaste con aire puro mis pulmones negros, con agua cristalina mi piel marchita, y saciaste mi corazón con tu sangre juvenil. No esperaba una naturaleza arrasadora En una personalidad tan femenina, Ni la calma del gurú en la tormenta de mi naufragio, No esperaba en mis mañanas La imagen de tu sonrisa nívea, Ni el encanto inmóvil de tus palabras. En la felicidad desbordada en tus galas ocultabas un corazón agotado, De apariencias inéditas, De condiciones insospechadas, Pero detrás del espejo te pude ver, Hermosa como eres, De carácter felino, y complejidad de diosa griega. Acariciabas la vida con tus manos de barro Y dejaste en mi pared escrito tu nombre, Apareciste cuando creí necesitarte, Ahora no te necesito pero te veo, Ere

Quiero robarte un suspiro, Uno que salga de tu alma, Y con él atravesar el mundo Ligero como el viento. Quiero convertir tu voz En un eco de recuerdos, Y orar para el mundo Tu amor eterno. Quiero alejar tu pasado En una cueva oscura, Hacerte reír para siempre Y transformar tu rostro juvenil. Quiero apartar del mundo Un rincón tranquilo, Y hacer de tus sueños Un mágico futuro. Quiero llenar el cáliz de tu alma Y hacer de ti Una Venus. Quiero arrancar de mi pecho ¡Mi vida! Y llenar con ella la copa de tu corazón. Quiero encontrarme en tu camino Y colocar cada día ¡la migaja! Que te conducirá a la felicidad.

¿Cómo podrá este hombre hacerte feliz? ¡Sí tú! ninfa del sur, impides la entrada a tu morada, Y mi alma se acongoja queriendo admirar la belleza de tu corazón. He de ser paciente Para encontrar el camino Que me conduzca por el laberinto que Teseo atravesó y encontrar a su amor. He de ser prudente en mis palabras y acciones, Ir lento, despacio, y sin afán, Cruzar tus miradas con el resplandor de mi ilusión, Y alcanzar la cumbre para hacerte feliz. He de esperar hasta el día En que tu corazón se abra Para dejarme entrar en tu vida Y tu pasión.

"¿Qué buscan las mujeres? La Felicidad; pues si para una mujer la felicidad es ser amada, adorada, tener un amigo a quien pueda confiar sus deseos, sus fantasías, sus penas, sus alegrías; mostrarse en toda la desnudez de su alma, con sus encantadores defectos y sus hermosas cualidades; sin temor a ser traicionada, creeanme, ese corazón abnegado, siempre ardiente, no puede encontrarse más que un hombre joven, lleno de ilusiones, dispuesto a morir a un gesto suyo, que todavia no sabe nada del mundo ni quiere saberlo, porque usted será el mundo para él." Balzac

No sé si podré quererte por siempre y para siempre, ¡No sé!, Sé que me quedo sentado pensando, imaginando tu rostro cerca, tu sonrisa encantadora, ¡Sé!, Me abroma pensar en lo mucho que me gustas, Me acobardo y salgo huyendo de los desafíos más sublimes, Pero en ti podre encontrar un cielo perdido. En los caminos emprendidos, en las batallas pérdidas, Jamás creí en las penurias del cobarde, Ahora siento la tierra encima de mi cabeza, Y el frio en mis entrañas. Me quedo sin palabras, sin pensamientos, nublado… Quiero salir corriendo, encontrarme de frente un gigante y vencerlo, Pero verte a los ojos para decirte lo que siento… ¡no! Quiero arriesgarme a perderte para siempre y por siempre, ¡Lo sé! ¡Lo sé! No quiero arriesgarme a que me veas diferente, ¡No sé! ¡No sé! Quiero encontrar en ti, lo que parecía perdido para siempre, Pero que el tiempo juzgará para acallarme o someterme, Sólo él, sólo él, y mi valentía aplaudirá o penará en la campaña emprendida.

En el oscuro teatro solo se oían los absurdos comentarios de un hombre con miedo, obnubilado por aquella sonrisa destellante, sosegado por los deseos más placenteros, “los juegos de los besos”, pero el cruel coqueteo de miradas encontradas y de sutiles caricias sobre el rostro, aumentan el fervor de una pasión escondida. En el valle de los oscuros pasados, sólo la luz que se pasa sobre la alegría razonada de tu corazón, sofocado por malos encuentros, somete a mis pensamientos a divagar entre las corrientes mas fuertes; me has salvado de naufragar en las profundidades de la soledad. A pesar de navegar sobre la marea invisible de tu campaña, es más terrible quedarse anclado sobre tierras inhóspitas, llenas de infortunio y desgracia; conllevas en mí al insomnio sombrío, a la incertidumbre casi perpetua, sólo capturada por héroes llenos de valor. Mi corazón está encerrado en un cajón, en la tierra más lejana del mapa del capitán, y mi alma asoma sus formas en ilusiones efímeras, fugaces po