Cartas...
El dolor de la traición es más grande que un adiós en medio de una aventura entre dos... y ¿quien sabe si es así? todas las verdades serán siempre diferentes, solo importa a quien le afecte la hipocresía de su amor...
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Un plano de mujer....
Si unos ojos claros iluminaran un sendero, en donde se vea su hermosa figura recatada sobre una planicie, formando una cordillera, En el cual sus ríos son su sudor y lagrimas, que esparce cuando esta triste o Cuando tiene mucha actividad, sus valles, sus zonas planas, su abdomen, Se podrá andar tranquilo, sin esfuerzo por subir, pero… al llegar a sus hermosas colinas, No muy pequeñas ni tampoco muy grandes, Suaves senos que alcanzan una buena vista a su figura espléndida; Imposible no ser lo suficientemente pequeño, Para recorrer el mas bello camino a la tentación, Y aunque requiera un poco más para no ser quemado en le infierno, Llegar a ver lo que emerge de su cuerpo, seria la salvación que me llevase al cielo, Muriendo o estando vivo. Toda luz que cae hasta sus zonas más oscuras, hace que sus ásperas zonas sean tan lisas, que el hielo se resbalaría al tocarlas.
Promesa por amor!!!
En la amargura de su corazón se encontraba una pena, pagada por una promesa cercana a las alturas: la distancia a cambio de su vida, de salud y un camino jamas interrumpido, por su presencia por su amor...
Una Hora!!!
Me has robado una hora Quizás un mes, Entre risas y besos, Entre dulces pensamientos Que he dejado En el camino conducido Entre tu orgullo y corazón… Ahora en la soledad No ha cambiado Mi gusto, ni siquiera el encanto Producido por el murmullo De tus labios, Por la distancia de tu piel… Pero gobierna la razón, La cólera y el coraje, Y yace en los confines de tus sentimientos Los muros inescalables… Y en mi solo ahondan Los escombros, tirados en la cantera De un abismo sin fondo… Sin remedio, sin remordimiento, Sin orgullo, sin ira… Ahora pasan las horas Robadas por una pasajera Lejana, lejana…. Si he saltado por la borda, no ha sido en vano, puesto el hombre se llena de esperanzas y evita la desilusión, y cuando llega lo no esperado se inundan las mejillas de lagrimas, y el corazón de orgullo a falta de agua, se seca, seca nuestras vidas los azotes del destino, y se alivia el alma con la humedad brindadas por turistas, o pasajeros del camino…. Y aunque fue decisión mía Dar vuelta a la