LITTERA BOHEMIA

Un pescador alista la carnada, Un manjar elocuente de ti. Ficha movida, ficha jugada En la mente Narcisa de mi… Una débil victima acechada Viles intensiones nacen por si, Circunstancia ajena, velada En la sonrisa y su frenesí. Acercamiento probado y ahogado Millones de remordimientos Y culpas, avanzan sin contratiempos Penando en lo profundo Y calado. ¡Oh, pescador pescado! En turbias aguas del pasado, Atente a los pesares, a la muerte, A la pasión izada en estandarte.

Y la imaginación vuela Cual ave en libertad Buscando los picos más altos, Su nido, Su lugar… Así voló de mí, La mirada curiosa La atrevida palabra La tentadora invitación… Y consecuente a ella, Sucumbiste al camino Sucumbí a la trampa.

Es la angustia un ritual En noches secretas. Momento crucial Donde amortiguas las horas De encuentros impacientes Donde los cuerpos funden Los impulsos dementes, Y en oscuros agujeros se hunden, Los egos alterados en juegos De brazos cruzados, en pieles, en poros; Labios en telarañas De jugos ajenos en la caricia  de un silencio infiel. Al final, Un trovador de gesta, consumado, un canto trágico del amanecer, un amor antiguo y anulado Destinado a no ser.