¿Qué harías con mis demonios?



Si considero por un instante aquella pregunta capciosa –acerca de los demonios-, no crees acaso, que sé que tienes definida una respuesta racional que conduce a una emoción respecto al mensaje subliminal. Si acaso contemplas que una respuesta de mi parte, elaborada, obtusa, algo complicada, es de mi parte un complejo absurdo. Acaso no conoces mi manía por complejizar todo aquello que puede ser simple. Aunque parece hilarante, es una de mis formas de admitir que es interesante dicho acertijo que ahora colocas en mi mente, donde tal vez se expliquen los porqués de los pretextos, amarrados bajo letras y laberintos de nuestros argumentos. No espero que leas dicha respuesta bajo los letreros del silencio, bajo aquel cumplido de indiferencia, pero es mejor de esa manera, donde no se puedan encontrar más detalles, de los cuales el azar o, la sinfonía de voces encaminadas hacia la seducción es un utilero… Es banal permitirnos siquiera unas cuantas letras, y lo digo por la obstinación de mi razón en consonancia con mis emociones, lo cual me lleva a preguntas y preguntas que no permiten sostener ese Yo que se reinventa todos los días que pasa, tal vez, para no sufrir…

Entradas populares de este blog

Poema al Indio y su Huasipungo

Sostenme Fuerte…

Al Frente…