Climax
He visto los ojos que miran a través del espejo, y saborean sus labios los míos, cuando he intentado avanzar por tus zonas más altas; y mi lengua se sumerge y las pupilas se dilatan, y se ensueñan distantes a mis manos. Cada palpito deja entrever un pequeño gemido, y se escuchan a lo lejos otras féminas voces provocadas entre el sudor y los ruidos superfluos de música moderna. Las posiciones cambian, y ahora tu espalada seduce cada uno de mis poros, las caricias delicadas pasan a través de tus muslos, y la lengua deseosa insiste en penetrar tus puertas supremas. Son ahora los sexos unidos y los movimientos, esperan la llegada del suspiro, y el aroma del sudor inunda de manantial cada circuito de nuestras narices. Se consuma tu llegada antes de mi partida y esperas el clima más hostil.
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