Preludio a la muerte
Las huellas en la arena siguen ahí, no pierden su forma; las hojas caen en la misma época, y tus ojos fijos en el mar aún muestra la espera. Las sabanas están en desorden, los zapatos abandonados en un rincón, libros viejos y empolvados sobre estantes, el computador sobre el escritorio y las hojas del cuaderno sobre el suelo, extendidas, buscando en el caos, las palabras.
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