Paradise awaits


Aquella militante de una guerra sin sentido, "la vida", se fue sumando a los miles de transeúntes de la metrópoli, y sus lágrimas rodaban hacia los pies de quienes por torpeza alimentaban su desgracia. Paro de repente quedo embelesada, mirando el letrero luminoso que decía, "paradise awaits", no sabía que había llegado al sueño dorado de una juventud pasada. Toda la noche se quedó pensando cómo había llegado hasta aquel lugar de enormes edificios y bullicio sin igual, sus piernas habían adquirido la habilidad de conducirla a su libertad.

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